jueves, 27 de agosto de 2009

Las ventajas del niño:

Mientras el infante está bajo el cuidado de sus padres, el niño tratará de imitarlos intentando especular futuros en base a lo que su deseo le indica. Los deseos del niño se someten al cauce de atención del juego de los padres, el cual debe de carecer de paradojas si no quieren imbuir en el niño la sensación de injusticia. Para que el niño observe y aprenda como los padres usan el juego para satisfacer con inteligencia el deseo, estos han de dar a entender al niño que el deseo satisfecho es la consecuencia y no el objetivo de un juego bien jugado. Es la fase en la que el deseo del niño se usa como incentivo para que valoren en conciencia todas sus inteligencias y como estas pueden llevar a la satisfacción del mismo.
Mientras el niño va adquiriendo destreza, el papel de los padres va quedando en segundo plano y ocupando un lugar más de apoyo y estímulo, que de enseñanza. El caso es que el niño ha de usar sus facultades mentales para poder aprender del medio y poder adaptarse.

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