jueves, 27 de agosto de 2009

Los derroches de recursos:

Las justificaciones y por extensión la mentira, deriva recursos del juego principal: No solo debe continuar manteniendo la pelota en lo alto de los chorros a presión, sino que además debe continuar modulando la presión que reciben las mangueras, justificar la razón de cómo es posible que una de las mangueras haya dejado de funcionar ante su conciencia, justificarlo ante el medio social y acordarse luego de todas las justificaciones superficiales que carecen de traza inteligente, pero que se han montado a base de lo listo que es el individuo.
Nuestra voluntad solo percibe entre el 2% y el 10% de los recursos asignados al cerebro.
Al cerebro se le destina el 20% del 100% calórico del cuerpo.
La voluntad se le asigna entorno al 0,5% y el 2% del total calórico consumido por el cuerpo.
A expensas de estos recursos emerge la capacidad de especular el futuro.
No es necesario que tratemos nuestros recuerdos como tratamos las especulaciones del futuro.
El recuerdo es una recreación en base a una invocación, que recorre caminos sinápticos ya creados con anterioridad. Por lo que cuando nos acordamos del pasado no usamos los mismos recursos que cuando estamos programando el futuro.
La mentira nos auto impone la obligación (en base al deseo de no ser rechazados ante nuestro entorno social) de especular el pasado.
A consecuencia de lo anterior, el cerebro ahora redirige, no ya el doble de recursos, sino el doble de ciclos de proceso a activar regiones del cerebro que sí son útiles para planear una línea de acción de futuro, pero que son inútiles para usarse como un recuerdo real. Por eso cuesta tanto mentir, pues nos tiembla el pulso ante el bajón de energías que acontece en otras regiones metabólicas cuando especulamos el pasado de forma coherente tal como si se tratase del futuro; pues sabemos que tendremos que acordarnos de esa especulación que hemos identificado ante el medio social, como pasado. Por lo que podemos definir la mentira como: La proyección de un pasado como si se tratase de un futuro.
Los recursos que primero caen son los destinados a la empatía, pues el mentiroso ahora se tiene que centrar en su bien estar que adolece de un uso abusivo de sus facultades especulativas. Quienes logran ese nivel de juego, acortan su vida como jugadores de élite.
Es evidente que eso nos selecciona para perder el juego frente a otros que respetan las normas: Antes de que las vías de agua rompan por el lugar menos esperado, escogen una de las soluciones propuestas por sus inteligencias, acorde con una conciencia dinámica, basada en la empatía. Y si en ese momento no se consigue, nos paramos a descansar, que mejor es dos veces más descanso que tres de duro trabajo. Eso es administrar y no tratar de mantener el control, que eso es imposible. No se puede atrapar 1 vóltio, en todo caso se almacenan las causas que originan el efecto y se recrea un medio por el cual repetir el proceso que origina el voltio; no se puede atrapar 1 kilocaloría en todo caso se almacenan las causas que originan el efecto y se encauza o administra por el medio con el cual poder repetir el proceso que libera esa kilocaloría.

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