viernes, 28 de agosto de 2009

¿Por qué tanta complicación?

Veamos, los animales no se complican, ellos sienten, recuerdan y aplican soluciones conforme sus vías de inteligencia les van nutriendo su consciente. Se usan unos a otros como objetos de consumo y si se molestan se atacan tratando de hacerse valer como el objeto de más peso. ¿Por qué?, la razón es sencilla, su cortex cerebral (para el caso de las especies que lo tengan) no rearma el instinto, no realimenta, no hay feedback a nivel racional (que es la empatía, o sea la capacidad de razonar el sentimiento y la emoción para proyectarlo a través de nuestra teoría de la mente en los demás compañeros de grupo), que sí lo hay en lo emotivo, a niveles de instintos, sensaciones y deseos, pero no racional. Es el neocortex cerebral humano el culpable de hacernos capaces de racionalizar la conciencia, y proyectar el sentimiento de forma especular sobre otros objetos que son de nuestra misma jerarquía: Humanos. El neocortex nos da dolores de conciencia cuando una vía inteligente que no ha sido previamente entrenada, ha irrumpido en el jardín descolocando el esférico y echando nuestra voluntad por tierra. Ahora toca volver a plantear el juego desde el inicio… pufff, muy costoso si no hay una motivación que nos conciencie del valor de amar nuestra voluntad. Se observan indicios de feedback racional en delfines, elefantes y chimpancés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario